lunes, 1 de septiembre de 2008

LOS JUEGOS DE ANTES

Hola, mi nombre es Filomena, soy hija de inmigrantes italianos.

Nací en Liniers en 1923 y quiero contarles cuáles eran los juegos que nos entretenían cuando era chica.

Los juegos que figuran más abajo se jugaban en la calle. Adentro jugábamos: a la mamá; a las muñecas; a las visitas; a tomar el té con jueguitos de tazas; a recortar papeles y hacer figuras.

Los varones tocaban la armónica o silbaban siempre.

Cazábamos mariposas y bichitos de luz. También usábamos patines, jugábamos al Ciclón o al Rompebotas.

EL CASTILLO (en la calle)

Juegan todos en fila contra la pared, sólo una niña queda parada adelante y de frente a la fila.

La niña que está sola se adelanta hasta la fila, salticando y cantado, y retrocede hasta su lugar:


“Yo tenía un castillo mandarini rinirini, yo tenía un castillo mandarini rinirini, yo tenía un castillo mandarini rinirón”
La fila se adelanta salticando, todos de la mano o del brazo, responde y retrocede hasta su lugar:
“Dónde está la llave ? mandarini rinirini, Dónde esta la llave? mandarini rinirón”
La niña que está sola, siempre adelantándose y volviendo a su lugar:
“En el fondo del mar mandarini...”
La fila, siempre adelantándose y volviendo a su lugar:
“Quién la irá a buscar mandarini...”
La niña:
“La niña más bella mandarini...”
La fila:
“Quién es la más bella mandarini...”
La niña:
“La más bella es (elige a una niña) mandarini...”

La niña elegida pasa a tomar el papel de la niña que estaba sola y ésta va a la fila, para empezar el juego otra vez.

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ORO Y PLATA

En igual disposición que en El Castillo, una niña se adelanta y canta:

1: “A lo de oro y lo de plata y jugando al ajedrez hoy me ha dicho una mujer que bellas hijas tenéis”

Otra (2) responde:

2: “Si las tengo o no las tengo yo las sabré mantener con el pan que Dios me ha dado ellas comen y yo también

1: “Pues me voy muy enojado al palacio del rey a contarselo a la reina y al hijo del rey también”

2: “Vuelva, vuelva pastorcito y no deje de escoger de las 3 hijas que tengo, la mejor se la daré”

1: “Llevo a esta por hermosa, por hermosa y por mujer que su madre es una rusa y su padre es un clavel” (elige a una que pasa a ser parte del grupo 1)


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Cantos de rondas

Estando la paloma blanca sentada en un verde limón,
con el pico cortaba la rama,
con la rama cortaba la flor.
Ay! Ay! Ay!
Cuando veré a mi amor,
Me arrodillo a los pies de mi amante
Me levanto constante constante,
Dame la mano,
Dame la otra,
Dame un besito sobre mi boca,
Dare la media vuelta
La media vuelta entera,
Dare un pasito atrás haciendo la reverencia,
Pero no,
Pero no,
Porque me da vergüenza,
Pero sí,
Pero sí,
Porque te quiero a ti.

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Una tarde de verano (bis),
en el mes de abril (bis),
encontré a mi mamita (bis),
regando el jardín (bis)
Yo le dije a mi mamita (bis),
si esta gusta venir (bis),
a la zapatería (bis),
del señor manuel (bis),
a comprar unas botas (bis),
que me vayan bien (bis)

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Se me ha perdido una niña,
cataplín cataplín cataplero (bis),
se me ha perdido una niña y no la puedo encontrar.
Pues yo la he encontrado,
Cataplín cataplín cataplero (bis),

Pues yo ha he encontado
en el fondo del jardín (bis).


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Mambrú se fue a la guerra,
y chi sá (se lee quisá) cuando vendrá,
ache i jota ka,
chi sá cuando vendrá,
Ajá ajá,
quizá cuandro vendrá.

Vendrá para la Pascua,
o para trinidad
ache i jota ka,
o para Trinidad.

Mambrú se ha muerto en guerra,
y lo llevarán a enterrar,
ache i jota ka,
y lo llevan a enterrar.

Con 4 oficiales y el cura San Cristán,
ajá ajá,
y arriba de su tumba un pajarito va
ache i jota ka (bis)

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Donde vas Alfonso XII,
donde vas pobre de tí,

Voy en busca de Mercedes,
que ayer tarde la perdí,

Merceditas ya está muerta,
muerta, está que yo la ví,
4 duques la llevaban,
en un coche carmesí.

-


Tengo una muñeca vestida de azul,
con su pollerita y su canesú.
La llevé a la plaza y se me enfermó,
pobre mi muñeca vestida de azul.


-

Que hermoso pelo tiene “chiribín” (bis)
quién se lo peinará “chirbí ri rín chiribín chinchan”.
Lo peinará la reina “chiribín” (bis)
con peinecito de oro “chiribín” (bis)
y horquillas de cristal “chirí ri rín chiribín chinchan” (bis).


-

La farolera tropezó,
y en la calle se cayó,
y al pasar por un cuartel,
se enamoró de un coronel.
Alcen las barreras,
para que pase la farolera,
de la puerta al sol,
sube la escalera,
y encendió el farol,
a la media noche se puso a contar,
y todas las cuentas le salieron mal,
2 y 2 son 4,
4 y 2 son 6,
6 y 2 son 8,
y 8, 16,
y 8, 24,
y 8, 32,
anima bendita, me arrodillo en vos.

-

Sobre el puente de Aviñón todos bailan, todos cantan

sobre el puente de Avión todos bailan y yo también.

Hacen así, así las lavanderas.

Hacén así, así me gusta a mí

Sobre el puente...

Se juega haciendo una rueda y se frena para lacer la imitación de oficio que se nombra (Planchadora, costurera, panadera, cocinera, etc.)


Cantos con salto de soga

La niña salta sorteando la soga (x x) y canta:

“ Al pasar la barca me dijo un barquero la niña bonita no paga dinero, yo no soy bonita ni lo quiero ser porque las bonitas se echan a perder."

Luego se agacha y levantan la soga dando vueltas sobre su cabeza y le dicen:

"1,2 y 3 coronita es"

Los saltos eran Medio, Fuerte, Picante.

Para sortear los puestos:

Una, doli, teli, catoli, kili, kilete, estaba la reina en su cabinete.

Dijo la Reina: "Vamos a misa"

Dijo el Rey: "No tengo camisa"

Dijo la Reina: "Yo tengo tres"

Dijo el Rey: "Préstame una"

Dijo la Reina: "No-te-pres-to-nin-gu-na!

Así se decía hasta cuánto se cuenta:

1- La gallina papanata puso un huevo en la canasta. Puso 1, puso 2, puso 3; etc.

3- Pisa, pizuela, color de ciruela, vía, vía, cueste pie.

4- Una doli tuá de la limentuá. Osofete, colorete de la limentuá. Una doli tuá.

Mientras una chica iba señalando una por una hasta llegar al fin de lo que decía y esa chica era la que salía (para dar la soga, contar en las escondidas, etc.)

El trompo:
Se enrollaba muy prolijo y ajustado cubriendo ½ trompo había que ser muy experto para lanzarlo. El trompo giraba largo rato y si giraba muy rápido (porque fue bien lanzado) zumbaba.

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La billarda:
Se jugaba como el baseball más o menos.
1 maderita en forma de huso
1 palo largo con un taco en la punta. Con el palo se pegaba a una punta del huso, esta saltaba y en el aire había que golpearlo arrojándolo lejos a un rival que debía pegarle acertándolo.

El barrilete:

Se llamaba Tarasca el barrilete casero que los varones llevaban corriendo.

El rango:

La 1º sin tocar

La 2º te perdono

La 3º rodilla en tierra

La 4º dejo mi manta

La 5º dejo mi canta

-

Otros juegos:

A la víbora (bis) del amor por aquello pasaré (bis) y una niña dejaré
Esa niña cual será, la de adelante o la de atrás
La de adelante corre mucho la de atrás se quedará

(pasa por el puente y queda la última, así sucesivamente)

-

Aserrín, aserrán, los maderos de San Juan.

Piden pan, no le dan, piden queso le dan un hueso y le cortan el pescuezo

-

Don Juan de la Casa Blanca, ¿Cuántos panes hay en el horno?

- 25 y uno quemado

– ¿Quien lo quemó?

- Ese pícaro y ladrón

– Ahórquenlo por asesino y ladrón

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Antón, Antón, Antón Pirulero,

cada cual, cada cual, atiende su juego.

Y el que no, y el que no, una prenda tendrá.

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Negrito trompa de hacha, nariz de boxeador,

cabeza de pimienta, zapatos de charol,

me gusta ver a los negros cuando andan a caballo,

le relumbran los ojos como pepas de zapallo.

-

Bichito colorado mató a su mujer, con un cuchillito de punta de alfiler.

Le sacó las tripas y las puso a vender, ¿Quién quiere tripas gordas de mi mujer?

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Nanas:

-Maria Santa Ana, ¿porque llora el niño? Por una manzana que se le ha perdido. Ven para mi casa, yo te daré dos: una para el niño y otra para vos.

-La rueda de un coche un niño pisó, la virgen del Carmen lo resucitó.

-Por los campos verdes de Jerusalem, va un niñito rubio caminando a Belén. Le dan los pastores tortas de maíz, leche de sus cabras y pan con anís.

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Pequeños recitados cuando jugabamos al teatro (Dios nos perdone!)

Salí de casa muy presuroso muy de galera muy de bastón,
fumando un rico cigarro habano que mi buen tío me regaló.
De pronto cae un agüacero, pobre galera, pobre bastón,
mi traje nuevo hecho sopita, hecho sopita, todo quedó.

-

Juana: alcanzame el espejo. Ay! Que fea y que sucia estoy! Me voy para adentro si viene mi amante que pase adelante, y si vienen a cobrar que se manden a mudar.

-

Epitafio:


Aquí yace Estefanía,
flaca y aguda mujer.
Que bien pudo aguja ser
pues solo un ojo tenía.
Flaca, esqueleto de alambre,
entorno a sus huesos vanos,
yacen muertos los gusanos
pues se murieron de hambre

-


Mburucuyá (Flor o Pasionaria)

Este poema lo aprendí en segundo grado y me impresionaba y emocionaba mucho. No lo entendía muy bien, en aquel tiempo, con ocho años, me parecía misterioso, y por eso me quedó grabado. Siempre lo recitaba:

Entre el boscaje de la rivera

que el curso estrechan del Paraná

abre sus flores casi agoreras

la misteriosa mbrurucuyá


No son brillantes sus frescas galas

no lucen rojos gualda o turquí, ni en sus corolas tornasoladas

tiemblan las alas del colibrí.
(repite 1)

-

La Torre

dos chicas tomandose por las manos son la torre en guardia(1)

una chica que sale de una fila de otras chicas contra la pared (2) se acerca.

2: La torre en guardia (bis) la vengo a destruir

1: Pues yo no temo (bis) ni a ti ni a tus soldados

2: Pues me voy a quejar (bis) al gran rey de Borbogna

1: Pues vete a quejar (bis) al gran rey de Borbogna

(La última chica de la fila antes mencionada, sale, y es el capitán (3))

2: Mi capitán, mi coronel

3: Ques es lo que me pides (bis) que yo te lo daré

2: Lo que yo te pido (bis) es un ángel de tu guardia

3: Pues vete a mi guardia (bis) a destruir la torre

El soldado toma al último de la fila (4), quien se debe tirar sobre la torre tratando de separar los brazos. Si puede gana, sino, pierde y se juega de nuevo.


Algunas cosas que recuerdo de aquel Buenos Aires...

-El ferrocarril tenía sus talleres en lo que es hoy el barrio de Liniers, que para principios del Siglo XX era zona de campo.

-Por 1800 había un fuerte para avistar el horizonte por si venían los malones. De ahí que al club Vélez Sarsfield se le diga "El fortín".

-La urbanización llegaba hasta la calle Mariano Acosta.

-El alumbrado era a kerosene. Pasaba el farolero por las calles.

-La luz vino por el año 1926. (Tampoco había cloacas ni gas)

-La calle Juan B. Justo era un arroyo llamado Maldonado, y siempre había inundaciones.

Es muy importante destacar que los hijos de inmigrantes eramos chicos de diferentes culturas, hábitos, idiomas, etc. Nos reuniamos en las veredas y nos comunicábamos en un cocoliche que sólo nosotros entendíamos. Había hijos de: búlgaros, árabes, armenios, italianos, espeañoles.

A mí me llamaba la atención el olor de cada casa. Sobre todo el de la cocina. En la del español había colgados chorizos, calabazas (que no las había visto nunca). En la cocina del italiano estaban los provolones (queso) y un barril de vino. Y también sorpresata (a mí me gustaba...) y facturas de cerdo. En la cocina del árabe se sentía un olor especial de carne con limón y un mejunge envuelto en hojas de parra (yo era muy curiosa y quería saber por qué había distintos olores en las casas). Pero siempre era mucho más lindo el olor de la comida de mamá. Era italiana y amasaba tallarines, ñoquis, etc., aparte de la salsa (tuco) que los domingos dejaba sentir ese olor tan apetitoso.

Los padres tenían los oficios que habían traido de sus tierras. El italiano era zapatero remendón, albañil, carpintero, o también motorman de tranvía. El turco y el armenio tenían tienda; el español tenía almacén con despacho de bebidas, una cancha de bochas y mesas para jugar a las cartas. A los italianos les criticaban que se hacían su propia casa; generalmente era el padre quien se las ingeniaba como albañil y hacía lo que hoy le llaman casa tren o chorizo: una pieza al lado de la otra.

La calle, como era sin asfalto, de tierra, cada vez que llovía la vereda de enfrente se transformaba en otro mundo; no se podia cruzar por el barro y habia que dar una vuelta hasta la calle transversal adoquinada y volver por la otra vereda. En esa época, 1926 más o menos, los alrededores eran quintas. Estaba la quinta Santojani que abarcaba varias manzanas y tenía una noria para riego. Recuerdo que iba con mi hermana a comprar verduras. Luego con el tiempo esos terrenos fueron donados y se construyó el actual Hospital, que en un principio era para tuberculosos.

Había epocas de mucha niebla, debido a los arroyos Maldonado y Cildáñez, los que se cruzaban por unos puentes. Recuerdo de esa época la ronda policial a las diez de la noche. Se comunicaban entre ellos con silbatos. Los fines de año, a las doce de la noche, se escuchaba la sirena del diario La Prensa, muy lejana pero llegaba hasta mi barrio, Liniers.

También recuerdo como esperaba el día miércoles ya que a las nueve de la noche pasaba el diariero con el diario Crítica y ese día venía un suplemento en colores de historietas, entre las que estaban: Tucuta; Don Juan de mal en peor; Don Jacobo en la Argentina. Además traía muñecas para vestir, con vestidos para recortar con tiras de papel para doblar sobre el dibujo de la muñeca.

Mi padre era guardia del Ferrocarril Oeste. Los comercios del barrio, a quienes tenían empleos seguros (correo, banco FFCC) les daban fiado que anotaban en una libreta.

Pero también estaban los vendedores ambulantes: verduleros, fruteros algunos con carro y otros con sólo dos canastos atados por una cuerda al cuello. Pasaba el heladero, el que arreglaba paraguas, el pimientero, el que vendía ricota, el de la cotorrita de la suerte, el carbonero, y a fin de año el que vendía pavos que traía caminando.

Una vez, sería por 1926 ó 1927, tuve la suerte de ver un carro titiretero. Era un carromato con la parte de atrás tapada con un especie de carpa que tenía dos hornacinas donde había una muñeca y un muñeco vestidos como príncipes que danzaban dentro de la hormacina con una música metálica. La carroza estaba tirada por un caballo dirigido por un hombre, que era el que cobraba.

De vez en cuando, en algún baldío se instalaba una calesita impulsada por un caballo que, ubicado en el centro, daba vueltas con los ojos tapados. Para los días patrios la municipalidad organizaba espectáculos de teatro, carreras de sortijas, y en ocaciones cine mudo y fuegos artificiales.

Recuerdo los corsos, la serpentina, el papel picado, etc. Las murgas de los chicos con sus vestidos de arpillera y sus cantos con doble intención. También recuerdo los casamientos que se hacían en las casas. Los chicos esperábamos en la puerta gritando ¡Padrino pelado! y entonces el padrino nos tiraba monedas de cinco centavos y como hormigas los chicos juntábamos todas las que podíamos.

Los terrenos se loteaban por varas cada una mide 0,866 m, por eso los frentes de las casas miden 8,66 m. (hay algo mas ridículo que esa medida?) bueno es porque eran diez varas de frente. Las calles de Buenos Aires estaban cuadriculadas por varas; una cuadra no mide 100 metros como la gente cree, sino 86,60 m, o sea 100 varas.

El chocolate para taza se vendia por libra, medida de peso inglesa. La fruta, los tomates, limones, etc. se vendían por docena. Las papas, el maíz para las gallinas (todos tenían gallinas o patos y pavos y su quintita en el fondo), se vendían por arroba @. El vendedor pasaba con una balanza de mano que tenía un gancho, llamada balanza romana.

A la estación Liniers llegaban los trenes de carga y bajaban lo tarros de leche. Los lecheros pasaban por casa con esos tarros y vendían la leche suelta. Eran todos vascos con sus típicas gorras.

Antes de que viniera la luz, que por Liniers llegó hacia 1926, las calles eran alumbradas por faroles a querosene. En mi calle había tres, uno en cada esquina y otro en la mitad de la cuadra. Recuerdo al farolero con su escalerita y un bidón, tenía horarios para encender los faroles y para apagarlos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro de tener una tía tan generosa, que comparte con nosotros su infancia y nos regala parte de aquel pasado, simple e intenso.
Te felicito, te quiero y te mando un beso grande grande.
Carina G. Meneses

Anónimo dijo...

Que lindos juegos que había en esa época, tía. Me gustó mucho tu página, te mando un beso enorme, te quiero mucho!
Demian Maciel

Anónimo dijo...

Gracias por compartir esos juegos (que algunos se siguen jugando) con nosotros, muy interesante toodo! un beso tía!
Indira Maciel

CLARIDAD dijo...

Qué hermosa esa època!! Muchos de esos juegos yo los jugaba, y también jugaba al elástico!
Gracias por conservar la memoria de todos nosotros...!
Besos

Unknown dijo...

Filo: genia¡¡¡ es marovilloso recordar los juegos de niña que mamà jugó y yo también. Tambien jugaba al elástico
Besos
Mati

VIP dijo...

¡Cuánto he disfrutado leyendo tu blog muy estimada Filomena!

Tengo 52 años he jugado y entonado la mayor parte de los juegos y rondas. Bellísimo recuerdo, muchas gracias por custodiarlas y dejar este testimonio. Deberías cantarlas y subir un mp3 para dejar registro de la música también.

La he pasado de maravilla leyendo, muchas gracias.


Te envío un fuerte abrazo,

Anónimo dijo...

Buscando por partes de canciones que recordaba me habían enseñado mi madre y tías hace muchos años, pude recomponerlas gracias a estas páginas, así como traer a mi memoria muchas otras que casi había olvidado.
Desde Uruguay, Muchas gracias por contribuir a que perduren estas viejas tradiciones!!

Anónimo dijo...

Excelente relato, sumamente descriptivo y con una emotividad inevitable. Gracias por traer a nuestros días está pintura de un tiempo que se fue pero que marcó la esencia de muchos de nosotros.

Anónimo dijo...

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